Los 250 Años de la Fundación de la Diócesis de Cuenca tuvo relevancia porque contó con la presencia del representante del Papa Francisco en el Ecuador, Mons. Andrés Carrascosa, once Obispos del país y visita de la Virgen de El Cisne.
El recibimiento de la Virgen fue en el Templete de Miraflores, a cargo del Arzobispo de Cuenca, Monseñor Marcos Pérez. La imagen ingresó vistiendo un elegante traje de “Chola Cuencana” y fue aclamada por miles de devotos, que llegaron de todas partes de la Ciudad y la Provincia.
Los devotos quemando un enorme castillo, presentaron bandas de pueblo, comparsas y artístas. También se realizó la XVI Caminata Mariana, a cargo de la Pastoral Juvenil de Cuenca, desde Miraflores hasta la Catedral Metropolitana, donde se celebró la Eucaristía de bienvenida, a cargo de los presbíteros y estudiantes del Seminario San León Magno.
En este mismo lugar, cientos de jóvenes, participaron en la Vigilia de la Virgen, durante toda la madrugada. La jornada reinició del sábado 04, inició con la Eucaristía. Posteriormente, la Imagen fue trasladada en hombros, por integrantes de la Policía Nacional y el Ejército Ecuatoriano, que también conformaron un cinturón de seguridad, durante todo el trayecto de la Virgen.
Al frente de la procesión estuvo la banda de Ex-Estudiantes del Colegio Mejía de Quito, luego la delegación de la Arquidiócesis de Cuenca, el Arzobispo de Cuenca, Mons. Marcos Pérez, el Nuncio Apostólico en el Ecuador, Mons. Andrés Carrascosa y el Rector de la Catedral Metropolitana, Padre César Santacruz.
En el estadio Alejandro Serrano, se celebró una Eucaristía campal, por los 250 Años de la Fundación de la Diócesis de Cuenca, presidida por el representante del Papa Francisco en el Ecuador, Mons. Andrés Carrascosa, la presencia de los Obispos, el Clero de Cuenca, Diáconos y Seminaristas.
La Arquidiócesis de Cuenca, recibió un reconocimiento por parte del Congreso Nacional, a través de la Asambleísta Azuaya, Ximena Peña, y del Alcalde de Cuenca, Ing. Marcelo Cabrera. Posteriormente, la Virgen, fue trasladada hasta la Catedral para que acompañe las Eucaristías, que se celebraron cada 2 horas, hasta el domingo 12 de mayo, día que se despidió de Cuenca.
