La Dra. Mendoza, durante su estadia en Cuenca, brindó charlas gratuitas a profesionales, estudiantes, grupos juveniles y público en general. (Entrevista, II parte).
¿Qué hacer para frenar esta mentalidad antinatalista y abortista ?
Ante el espectáculo de una sociedad globalizada que se tambalea, por continuos y sistemáticos ataques contra sus principios y valores esenciales, debemos, RECONOCER que la vida humana es el primer don y derecho fundamental que la persona tiene. Y que, por tanto, debe ser respetada desde el instante de su fecundación hasta el momento de su terminación natural. RECHAZAR cualquier atentado contra ella, en cualquier etapa de su curso. De modo especial, el aborto y la eutanasia. PROMOVER el matrimonio (varón – mujer) y la familia como las instituciones que dan origen y custodian la vida; por tanto deben ser fortalecidos por la sociedad. EDUCAR en el valor de la maternidad y crear programas de ayuda a la mujer con embarazo en crisis o situaciones que vulneran su inmenso aporte socio-económico a partir de la crianza de los hijos. INSTALAR materias para educación de la afectividad dirigido a los niño y jóvenes. CREAR redes de asistencia y soporte familiar continuo. DIVULGAR mediáticamente todos nuestros servicios de formación, asistencia y acogida. “ASUMIR DE MODO PERSONAL EL COMPROMISO DE SALVAGUARDAR LA VIDA DE LA MADRE Y LA DE SU HIJO….SIEMPRE”
¿Qué mensaje le dejaría usted al Pueblo Ecuatoriano
Ustedes son una nación ejemplar porque han demostrado que los legisladores escuchan la voz popular y que el pueblo discierne claramente los rumbos que protegen y cuidan el progreso de su nación, respetando la vida naciente, valorando la maternidad y fortaleciendo a la familia. Ecuador está siendo pionero en crear e instalar programas efectivos y de ayuda adecuada a la mujer en situación de vulnerabilidad, en el momento que más ella lo necesita. Vuestra ubicación geográfica – mitad del mundo – es un signo para toda la humanidad, porque al ser el ombligo del mundo, vosotros podéis nutrir e inspirar fuerza, esperanza y reconocimiento, por el mayor don recibido – la vida-, en cada uno de los ciudadanos del mundo.
