Desde el año 2018, está en vigencia el actual Plan Pastoral Arquidiocesano. Después de un intenso trabajo, diálogo y oración, nació el nuevo Plan Pastoral, que recoge el caminar de nuestra Iglesia local para los años 2018 a 2028. Agradecemos a los presbíteros, religiosos y laicos que participaron en el Consejo de Pastoral Arquidiocesano; todos colaboraron activamente y aportaron con su experiencia para hacer realidad este documento eminentemente pastoral.
Ante la realidad actual, nuestra tarea es poner a Cristo en el centro, mostrar la cercanía de Dios por medio de signos concretos que respondan a las reales necesidades pastorales de nuestro pueblo. Así lo queremos hacer, por medio de la organización de Comisiones Pastorales, con objetivos definidos y actividades muy concretas. Aspiramos a fortalecer una Iglesia misionera, servidora del pueblo; una Iglesia en salida, en estado permanente de misión, para compartir con todos el gozo del Evangelio. Para conseguir este fin, debemos mirar la realidad con objetividad, con los ojos de Jesús, con su misericordia. Superar la crisis de fe y costumbres implica una profunda llamada a la conversión, en primer lugar, de los pastores y agentes de evangelización. No apuntamos solo a un cambio de métodos, sino de actitudes. Las dificultades que se presentan son oportunidades para un mayor vigor apostólico y para proponer la belleza del amor misericordioso de Cristo.
El presente Plan Pastoral cuenta con la siguiente estructura: en la primera parte, Realidad que Evangelizamos, podemos encontrar la situación actual de la provincia del Azuay en el contexto nacional e internacional. Conocer y asumir esta realidad es necesario para hacernos conscientes de lo que necesita ser transformado a la luz del Evangelio. En la segunda parte, Iluminación Teológica, se busca que la riqueza del Evangelio, siempre vivo, dé profundidad de fe a nuestro trabajo y proporcione un ideal hacia el que todos los agentes de pastoral debemos tender. Un ideal que no es rígido, sino flexible, porque se apoya en la vida expresada en el marco de la realidad que evangelizamos y el Magisterio de la Iglesia, particularmente del Santo Padre.
La novedad y riqueza del Plan Pastoral está en la tercera parte: Opciones Pastorales, que consta de la visión, la misión y el objetivo general para estos años. Asimismo, están las cuatro grandes opciones de la Arquidiócesis de Cuenca: 1. Evangelización, profetismo y misión; 2. Pobres y periferias existenciales; 3. Familia y vida; 4. Ecología integral. Junto, a las cuatro opciones, encontraremos de una manera concreta los desafíos y las líneas pastorales. En esta misma sección, se señalan los temas bianuales que marcarán la vida pastoral arquidiocesana. Además, se encuentran el objetivo y líneas pastorales prioritarias asumidas por las siete Comisiones Pastorales.
Tomemos el Plan Pastoral como un regalo del Señor y un llamado a volver al primer amor, que es lo que nos motivó inicialmente para ser sacerdotes, religiosos, catequistas y misioneros laicos.
