El nuevo Pontífice León XIV nos ha explicado que eligió su nombre porque el Papa León XIII, en su histórica encíclica Rerum novarum, abordó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial. En nuestros días la Iglesia ofrece a todos el tesoro de su enseñanza social en respuesta a otra revolución industrial y a los desarrollos en el campo de la inteligencia artificial que presentan nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo.
Gioacchino Pecci, quien se convertiría en León XIII, fue el sexto hijo de una familia humilde. Nació el 2 de marzo de 1810, en la ciudad de Carpineto, al sur de Roma. Fue Sumo Pontífice de 1878 a 1903, convirtiéndose en el primer Papa del siglo XX. Vivió en una época de profundo cambio social, un tiempo en el que la Iglesia necesitaba respuestas a muchos de los problemas sociales urgentes de la época.
León XIII es recordado como el Papa de las encíclicas. Muy prolífico en su labor magisterial, hizo conocer al mundo entero la enseñanza de la Iglesia, iluminando con la luz del Evangelio los más diversos problemas que se iban presentando en su tiempo. Una de sus encíclicas más importantes fue la Rerum novarum, emitida en 1891. Documento base de la Doctrina Social la Iglesia, carta que hunde sus raíces en el Evangelio mismo, así como en el pensamiento y la acción social que han acompañado a la Iglesia desde el inicio de su caminar.
El Papa León XIII buscó que el cristianismo, sin renegar de su tradición, pudiera responder a los retos del mundo contemporáneo. Fue clara su postura ante el socialismo, el comunismo, el nihilismo y la masonería. Estimuló los estudios de las ciencias y abrió los archivos vaticanos a todos los investigadores de la verdad sin distinción de fe. Su aporte más peculiar fue la preocupación por los aspectos sociales y políticos.
La Rerum novarum es la respuesta a la indiferencia ante Dios, ante la injusticia y la pobreza de miles de familias que vivían prácticamente en la miseria. Esta encíclica evidencia los problemas sociales de su tiempo y recuerda los principios básicos y permanentes de la Iglesia sobre la dignidad de la persona, la justicia, la caridad y el compromiso social. Exhorta a buscar la reconciliación de las clases sociales apelando a los principios morales del Evangelio.
Siguiendo estos principios, hoy debemos procurar que, a través del trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano exprese y acreciente la dignidad de la propia vida. Ante la situación generalizada de desempleo y de la gente que busca trabajo, se necesita dar una respuesta justa, generando oportunidades para el desarrollo personal, familiar y comunitario.
Recordemos las enseñanzas de la doctrina social de la Iglesia y pidamos a Dios nuestro Padre por todos los trabajadores. Concédeles, Señor, la fortaleza del alma y la salud del cuerpo para que no sean esclavos del peso de su oficio. Haz que el fruto del trabajo les permita asegurar dignamente la subsistencia de sus familias.
